Casa Santo Tomás de Aquino
Desde el mes de enero de 2019, la Divina Providencia nos ha confiado una casa en la ciudad de Nápoles, en el barrio de Barra. Nos instalamos allí, bien recibidos por las autoridades eclesiásticas. A pesar de algunas dificultades materiales (falta de calefacción, locales deteriorados, etc.), la vida comunitaria se reanuda ahora en este gran convento, que hemos puesto bajo la protección de Santo Tomás de Aquino.
A la sombra del campanario, en torno al antiguo claustro plantado de naranjos y dotado de un pozo, se levantan los edificios principales: cocina y refectorio en la planta baja, muchas habitaciones en los pisos superiores... e incluso un jardín, plantado de limoneros, que enseguida empezamos a mantener, ¡y que está dando frutos en cantidad! En la casa Santo Tomás de Aquino no faltan los trabajos manuales: pequeñas labores de restauración, mudanza, jardín…
Todas las mañanas, a las 6, suena la campana en los pasillos del convento: el día comienza, y enseguida las hermanas se reúnen para el Oficio de Laudes, en la magnífica iglesia del convento. Allí, frente a Jesús-Hostia, las Adoratrices encuentran su fuente de vida de oración. Sigue la Santa Misa. El canto del Oficio, la oración y la adoración, se alternarán con el estudio y las tareas cotidianas, como las labores de la casa, la cocina o la sacristía.
Las novicias tendrán ahora la gracia de continuar su formación en la vida religiosa en la Casa Santo Tomás de Aquino. En el marco propicio de un verdadero convento, combinarán el estudio, la oración y los trabajos manuales.
Les agradecemos de todo corazón sus oraciones y su apoyo (porque todo esto tiene un coste). No duden en venir a visitar nuestro apostolado en Nápoles, al que ahora se ha añadido nuestro convento, y cuenten con nuestras oraciones por ustedes y sus familias.